La depresión forma parte de las enfermedades psiquiátricas más comunes. La OMS menciona que alrededor de 280 millones de personas sufren depresión. Con el tiempo se ha ido estigmatizado como una enfermedad “subjetiva”, y ha dificultado el diagnostico. El tratamiento precoz se ha convertido en una medida esencial para evitar el daño y suicidio que cada vez se vuelven más notorios en nuestra sociedad. Todo esto nos lleva a preguntarnos:
¿Por qué es tan difícil identificar y tratar este trastorno?
El asesino silencioso.
La depresión se define como “un grupo heterogéneo de trastornos afectivos que se caracterizan por un estado de ánimo deprimido, disminución del disfrute, apatía y pérdida de interés en el trabajo, sentimientos de minusvalía, insomnio, anorexia e ideación suicida.”
Como definición funciona excelente para categorizar este trastorno. Sin embargo, cualquiera pudiera identificarse con al menos un síntoma de esos en algún momento de su vida, y no necesariamente cabía en la categoría de “depresión”.
De hecho, muchas personas no muestran síntomas porque lo “esconden” bastante bien. Creo que todos conocemos los casos de artistas famosos, que parecen estar relativamente “bien” emocionalmente. De repente el siguiente día nos encontramos con la noticia de que han cometido suicidio, y todos nos preguntamos:
“¿Cómo es posible? Se veía completamente normal.”
Por tales razones, es importante estar atento a las pequeñas migajas que van dejando estas personas, como si tratase de un ladrón silencioso, que deja huellas sutiles pero importantes durante un robo. Algunas señales parecen obvias, como hablar “casualmente” del suicido.
Otras menos obvias pueden incluir la búsqueda de armas, pastillas u objetos que pueden ocuparse para hacer daño. También la falta de ambición del futuro, la pérdida de un ser querido, indicios de autoodio o culpa y adioses como si nunca más los fueras a ver. Si se sospecha, es importante buscar ayuda profesional.
Un trastorno depresivo, solo lo podrá diagnosticar un profesional de salud, por lo tanto, si observas a la persona (o a ti mismo) con síntomas de ánimo deprimido constante durante el día, falta de sueño o demasiado sueño, y si tus sentimientos interfieren en tu habilidad de funcionar apropiadamente durante el día (principalmente), lo mejor es buscar ayuda profesional inmediata.
Si tus sentimientos interfieren en tu habilidad de funcionar apropiadamente durante el día (principalmente), lo mejor es buscar ayuda profesional inmediata.
Sin un origen específico.
Existen varias teorías sobre el origen de la depresión, pero su etiología no está clara. Hay estudios familiares que indican una predisposición genética en la depresión. Se estima un 36%-75% de heredabilidad en familiares de primer grado, lo que demuestra un componente genético. Esto no quiere decir que, si tu padre/madre tiene depresión, automáticamente tú lo tendrás.
Sin embargo, esto solo demuestra que hay una predisposición. Varios factores ambientales tienen que estar presentes también para que se desarrolle el trastorno. Sin embargo, esta teoría no explica las personas cuyos padres/madres están completamente sanos. ¿Qué es lo que sucede en estos casos?
Varias teorías postulan un origen bioquímico en la depresión. Un déficit de dopamina, noradrenalina y serotonina podría generar este trastorno, por lo cual medicamentos como los antidepresivos tricíclicos (ADTT) e inhibidores de los recaptación de serotonina (IMAO) explicarían el uso y eficacia en esta enfermedad.
No todo es bioquímico.
El fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud, propuso la idea del duelo. Una idea que no necesariamente pone las alteraciones bioquímicas en primer plano, aunque siempre estarían alteradas . Propuso que el duelo se producía al perder un ser querido, pero también al perder creencias ideológicas o propiedades.
Esto es importante, ya que normalmente relacionamos el duelo a perdida de personas, pero un multimillonario que lo pierde todo también puede caer en depresión.
La depresión sucedía cuando había ambigüedad en los sentimientos al objeto perdido, como hostilidad o identificación con el muerto. Esta ambigüedad la podemos observar en relaciones problemáticas entre padres e hijos, donde existen sentimientos de ira entre ambos.
Cuando finalmente muere el padre, el hijo adquiere sentimientos de culpa por la relación tortuosa que experimentaba y comienza a identificarse con él. Todo está ambigüedad de sentimientos lo terminan llevando a una depresión severa. Está claro que no en todos las personas funciona así, pero es un buen ejemplo de cómo la depresión tiene un origen psicológico, y no un desorden puramente bioquímico.
Todas estas teorías que van apareciendo son un indicador de que la depresión no tiene un origen único, sino que es algo multicausal que aún no lo entendemos por completo. Pero con los años, iremos descubriendo más sobre la depresión y sus orígenes.
El problema con la depresión.
Muchas enfermedades cotidianas como las infecciones tienen un origen microbiano. Si eliminas el microbio, termina la infección y vuelves a sentirte bien. Con la depresión resulta más problemático. No hay un origen especifico de donde eliminar la depresión. Hay personas cuya vida esta tan catastrófica que no saben ni por dónde empezar, y se convierte en un proceso largo y duradero.
Igual de problemático resulta diagnosticarlo, ya que como mencionamos antes muchas personas tienen depresión, pero no lo demuestran, o a veces, simplemente pasa por delante de muchos, al pensar que la persona no es capaz de verdaderamente estar “deprimida”.
También la depresión puede estar acompañada de otras enfermedades psiquiátricas, y es bastante común encontrar personas deprimidas con abuso de drogas. En tales casos, se intenta combatir la adicción y la depresión de manera conjunta.
Un problema de género.
Las estadísticas muestran que las mujeres están más propensas a desarrollar depresión que los hombres. Él porque es complicado.
Algunas teorías mencionan que las mujeres comienzan a sufrir síntomas desde la pubertad, y se correlaciona al aumento de estrógenos, progesterona que podrían causar alteraciones en los neurotransmisores del cerebro, que termina ocasionando trastornos emocionales.
Pero como mencionamos antes, no todo es bioquímico.
Durante la pubertad las mujeres comienzan a estar más expuestas a abusos y/o maltratos. Maltratos durante la infancia se correlaciona con episodios de depresión en edades tardías. Por lo tanto, podemos decir que hay factores químicos y sociales que influyen en esta diferencia de géneros.
Cabe mencionar que debemos dejar los estigmas atrás, y que los hombres también sufren depresión. Los hombres están más propensos a uso de drogas, adicciones y tienen tasas de suicidio más altas que las mujeres. Por esto mismo es que tenemos que cuidar a mujeres y hombres por igual.
Durante la pubertad las mujeres comienzan a estar más expuestas a abusos y/o maltratos. Maltratos durante la infancia se correlaciona con episodios de depresión en edades tardías.
¿Cómo se trata actualmente?
Para todos los que conocen a alguien con depresión, saben lo difícil que es verlos sufrir. No solo afecta al que sufre adicción, sino a toda la familia. Siempre hay que acudir a ayuda profesional en estos casos, sin ninguna excepción.
Un equipo médico y psicológico son la mejor opción para sacar adelante a las personas. La terapia psicológica junto con medicamentos representa la piedra angular del tratamiento que ha dado los mejores resultados hasta ahora.
Una de las practicas ocupadas por varios profesionales de la salud, y que personalmente me parece esencial, es la creación de rutinas.
En la depresión hay trastornos conductuales. Es difícil tratar la depresión si la persona tiene rutinas impredecibles que lo mantienen despierto durante la noche y dormido durante el día, esto altera su ritmo circadiano. Se puede crear una rutina al levantarse todos los días a la misma hora por la mañana. Al crear la rutina, se le agrega ejercicio físico. Estar hábil físicamente ayuda a estar hábil mentalmente.
Lo siguiente es arreglar las practicas alimenticias. Una dieta adecuada es necesaria para mantenerse saludable. Frutas, vegetales, granos integrales, pescado y el uso de aceite de oliva está asociado a menor riesgo de sufrir depresión.
Es importante mencionar que durante el desayuno hay que evitar carbohidratos simples y azucares, ya que la mayoría de las personas con depresión o ansiedad están bajo constante estrés. Están predispuestos a estar secretando insulina al hacer actividades demandantes, removiendo toda la azúcar de la sangre. Por tanto, estos alimentos azucarados causan aumento rápido de azúcar en sangre y la insulina instantáneamente lo remueve, causando cansancio constante.
“Es difícil tratar la depresión si la persona tiene rutinas impredecibles que lo mantienen despierto durante la noche y dormido durante el día, esto altera su ritmo circadiano.“
El significado de vivir.
Para muchas de estas personas, el vivir representa una carga. Creo que más que ser una carga, vivir representa un reto. La vida está llena de tragedias. Seas quien seas en algún momento las sufrirás y tendrás que salir adelante. Ese es el verdadero reto.
No todos funcionamos igual ni sufrimos igual. Sufrir y tener que levantarse todas las mañanas para afrontar una realidad que no se detiene ni un minuto a contemplar tus problemas. Por esto mismo, la ayuda profesional es vital.
El psicólogo Jordan B. Peterson propone en su libro “12 Reglas para la vida” que uno de los mejores “antídotos” para todo el sufrimiento que una persona puede experimentar en su vida, es tener un propósito.
En sus propias palabras explica: “Tener un significado en tu vida es mejor que obtener lo que quieres, porque puede ser que no sepas lo que quieres, ni lo que necesitas. Significa que estas en el lugar correcto, en el momento correcto, con un balance entre el orden y caos.”
Esto quiere decir que el propósito es lo que te lleva adelante durante tanto sufrimiento. Y puede ser el “antídoto” necesario para todos nosotros. Encontrar un propósito y embarcarse en él, para trascender todo el caos y sufrimiento que esta vida tiene, y encontrar la luz que te guiara fuera de la oscuridad que te rodea.
Bibliografia:
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