Enredado entre nubes

Abro mis ojos, levanto la mirada, y realizo que el sol no es tan diferente a la vida,  buscando no solo ser auténtico, no solo aumentar sus deseos,  sino también erizar su piel, calentar cada poro de su ser, darle un sentido más de intensidad a la vida. Amando la idea que ver hacia atrás no sirve de nada, ver hacia adelante tampoco, más bien ver hacia arriba y entender que el sol y la vida son uno solo.

Que el sol y la vida se erizan, se entienden, se besan, se tienen un poco más, enredándose entre sábanas o más bien, enredándose entre nubes.

Que capacidad la de ellos, de sentirse en todos lados a la vez, insistiendo que sea donde sea que vayan, se encontrarán. Poco después el sol vio a la vida, abrió los ojos y le afirmó “mi vida es vida solo contigo.”

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