El Electromagnetismo y el Cuerpo Humano

Electromagnetismo, suena como un tema complicado de entender y sobre el cual no conocemos mucho.

Representa una de las 4 fuerzas que gobiernan las leyes del universo: Electromagnetismo, gravedad, fuerzas nucleares débiles (lo que causa la radioactividad) y fuerzas nucleares fuertes (la fuerzas que mantienen a los átomos juntos).

El electromagnetismo es la fuerza del universo que interactúa sobre las partículas con carga eléctrica. Debemos de pensar en el electromagnetismo como una fuerza parecida a la gravedad, con la diferencia en que dos fuerzas eléctricas o magnéticas del mismo tipo se repelen, y dos fuerzas eléctricas o magnéticas opuestas se atraen.

De ahí proviene el famoso dicho de “los opuestos se atraen”.

Las fuerzas electromagnéticas también interactúan dentro del cuerpo humano, sin embargo, poseemos la misma cantidad de partículas positivas y negativas, por lo cual estas fuerzas se cancelan y no percibimos sus efectos.

Exploraremos un aspecto menos estudiado de este tema: ¿De que manera afecta al humano al ser aplicado de manera directa?

Una breve historia del Electromagnetismo.

Alrededor del siglo 90, se pensaba en el electromagnetismo como dos fuerzas separadas: las fuerzas eléctricas y magnéticas. Fue hasta que el físico danés Hans Christian Orsted encontró que ambas fuerzas se relacionaban y compartían características parecidas.

El noto que la corriente eléctrica de una batería estaba alterando la aguja del compás que tenía cerca. Pronto encontró que la corriente eléctrica alteraba la fuerza magnética, y llamo a este fenómeno electromagnetismo.

Años después un científico llamado Michael Faraday propuso que, si una corriente eléctrica puede generar un campo magnético, un campo magnético puede generar una corriente eléctrica, lo cual demostró en 1831. Eventualmente, trabajo de asistente de laboratorio para Sir Humphry Davy, un gran químico, y posteriormente lo sucedió.

No fue hasta los alrededores de 1860, que el físico escoses James Clerk Maxwell unifico las teorías del electromagnetismo en términos matemáticos, y postulo que los campos electromagnéticos se propagaban en forma de ondas.

A partir de estos autores es que ahora se describen tan bien estas fuerzas misteriosas que ahora conocemos como electromagnetismo.

Usos actuales.

El electromagnetismo se ocupa en el día a día de los objetos que utilizamos. Uno de sus usos cotidianos son los timbres. Al apretar el botón del timbre, la corriente eléctrica genera una fuerza magnética que hace que un martillo golpee la campana. De igual manera nuestros electrodomésticos funcionan a través de fuerzas eléctricas generando campos magnéticos para generar un simple botón de encendido y apagado.

El uso más importante son las ondas electromagnéticas usadas para la comunicación entre dispositivos móviles. Las llamadas telefónicas, el internet, los mensajes de texto son todo parte del espectro de las ondas electromagnéticas que permiten mantenernos comunicados en todo momento. Es por tales razones, que este fenómeno invisible es importante en nuestra vida cotidiana.

La medicina moderna.

Desde la aparición de la medicina moderna, el cuerpo humano ha sido tratado como un sistema fisiológico. Tratamos un simple dolor de cabeza con acetaminofén, hasta una enfermedad crónica como la diabetes con insulina.

Estos medicamentos cotidianos nos ayudan a regular algún desbalance fisiológico. La insulina disminuye la cantidad de glucosa en nuestra sangre, y el acetaminofén inhibe la producción de hormonas responsables de ocasionar dolor.

Estos dos medicamentos, así como los miles que existen, nos ayudan a combatir dolencias del cuerpo. Esta visión nos ha dado resultados espectaculares para el tratamiento de enfermedades.

Sin embargo, si viéramos el cuerpo humano como un sistema electromagnético, ¿Cómo se vería? ¿Qué efectos tendría en nuestro cuerpo? ¿Nos perjudicaría en la salud o nos beneficiaria? ¿Habrá alguna aplicación terapéutica?

Estas preguntas se las han hecho muchos científicos alrededor de los años, y hay muy poco sobre lo que conocemos en estos temas, pero podemos navegar sobre esta pequeña muestra de lo que podría ser una nueva visión del cuerpo humano.

Fosfenos.

Imagen: Wikipedia.

Todos hemos realizado el pequeño experimento de presionar nuestros ojos con nuestras palma de las manos mientras están cerrados, y lo que observamos son unos destellos de luz. Estos destellos son llamados fosfenos.

 Este efecto se debe a que, la retina, responsable de interpretar imágenes en señales eléctricas y mandarlas al cerebro, contiene células sensibles a la luz, pero estas células también son sensibles a la presión. Entonces, al presionar los ojos con nuestras manos generamos este efecto visual.

Sin embargo, esta no es la única manera de generar este efecto. Hay dispositivos capaces de mandar ondas electromagnéticas al cerebro, tales como el ETM (estimulación magnética transcraneal). Al ser colocado y activado en la persona es capaz de generar los fosfenos sin necesidad de ocupar la palmas de las manos para generar presión.

Este dispositivo es ocupado para el tratamiento de la depresión en personas que no responden a tratamientos convencionales.

Resulta interesante que este dispositivo es capaz de generar fosfenos en personas ciegas. Esto significaría que algunas células fotosensibles han mantenido su capacidad de ser sensibles a la presión. Aun no se comprende el funcionamiento biológico de estos procedimientos, pero con más estudios podríamos llegar a entender más sobre estos efectos.

Percepción cutánea.

Hay pocos estudios realizados en humanos que estudian el electromagnetismo. Sin embargo, la percepción es uno de los fenómenos más estudiados.

Al exponer a una persona a ondas electromagnéticas de baja frecuencia, se logra percibir vibraciones en la piel, según la postura de la persona, humedad del sitio y la persona estudiada. En otras palabras, podemos decir que la persona siente la vibración de la onda al pasar por su cuerpo.

Esto se debe a que en el cuerpo contenemos diferentes receptores encargados de diferentes funciones, fotorreceptores sensibles a luz, termorreceptores sensibles a cambios de temperatura, y mecanorreceptores sensibles a presión.

Es complicado saber de qué manera nuestra piel pudiese percibir estas ondas electromagnéticas, pero los mecanorreceptores parecen ser la mejor hipótesis.

El estímulo (la onda electromagnética) llega al receptor (mecanorreceptor), y es interpretado como “información” por el sistema nervioso central. Posteriormente, el sistema nervioso central lo traduce como una leve sensación de vibración en alguna parte del cuerpo, sin embargo, se necesitan más estudios para poder comprobar si es posible realizar tales estímulos o es algo puramente subjetivo.

Ritmo cardíaco.

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Los estudios de los campos electromagnéticos sobre el corazón son pocos, pero llamativos.

Al exponer a los sujetos de estudio a dichos campos, el ritmo cardiaco disminuye de manera temporal, pero sin salirse del rango normal.

¿Será posible ocupar este fenómeno en el tratamiento de enfermedades del corazón? Posiblemente con lo que conocemos hasta ahora, no. Se necesitan más estudios para comprobar estos resultados, de igual manera fuera conveniente conocer los efectos crónicos de estas ondas sobre el corazón para poder hablar sobre tratamientos terapéuticos de tal magnitud. Sin embargo, es un efecto llamativo en el sistema cardiaco.

Solo se necesita ingenio para imaginar hasta donde podría llegar esta uso.

Sistema esquelético.

El uso del electromagnetismo para terapia es relativamente nuevo, pero desde 1979 se ha ocupado la terapia de campo electromagnético (PEMF) para acelerar la reparación de fracturas de hueso.

Este dispositivo genera un campo magnético y produce cargas eléctricas que llegan al hueso y tejido dañado, promoviendo la osteogénesis (proliferación del tejido del hueso) y la reparación de tejido dañado. El resultado final es un alivio del dolor y acortamiento del tratamiento del paciente.

La terapia de campo electromagnético representa el uso más prominente, terapéuticamente hablando, de estas ondas. La evidencia que avala los resultados de este tipo de terapia aun esta siendo discutido, pero este tema se ira aclarando con el tiempo. El alivio del dolor de los pacientes será un gran impulsor para seguir estudiando estas nuevas formas terapéuticas.

¿Qué nos espera?

Es llamativo los efectos producidos en el cuerpo por esta fuerza “invisible” que gobierna nuestro universo. Quizás, con el tiempo, iremos descubriendo nuevas opciones terapéuticas en los que se ocupe el electromagnetismo, o quizás, solo pase a ser algo anecdótico como muchas otras terapias alternativas que enterramos en el pasado.

Conocemos muy poco sobre los efectos del electromagnetismo en el cuerpo humano para hacer tales aseveraciones, pero con cada vez más científicos y médicos estudiando este ámbito, iremos desvelando los misterios que alberga esta fuerza sobre nosotros.

“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es un océano”- Isaac Newton.

Bilbiografía:

National Research Council (US) Committee on Assessment of the Possible Health Effects of Ground Wave Emergency Network (GWEN). Assessment of the Possible Health Effects of Ground Wave Emergency Network. Washington (DC): National Academies Press (US); 1993. 8, Human Laboratory and Clinical Evidence of Effects of Electromagnetic Fields. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK208981

Ray PG, Meador KJ, Epstein CM, Loring DW, Day LJ. Magnetic stimulation of visual cortex: factors influencing the perception of phosphenes. J Clin Neurophysiol. 1998 Jul;15(4):351-7. doi: 10.1097/00004691-199807000-00007. PMID: 9736469.

Electromagnetic fields in daily life [Internet]. RIVM. [cited 2022May30]. Available from: https://www.rivm.nl/en/electromagnetic-fields/emf-dailylife

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